A 20 pasos de la fama: el duro trabajo de las coristas

Premiada en la última gala de los Oscars, este magnífico documental nos cuenta la vida de varias coristas profesionales y el duro trabajo que realizan.
Como dice Bruce Springsteen, uno de los varios famosos que aparecen en dicho documental para valorar y agradecer el trabajo de estas, muchas veces, voces maravillosas, la mayoría no decide ese destino. Muchas de ellas sueña con ser solistas de éxito.
Es inevitable, cuando acaba el documental, reconocer el fabuloso y sufrido trabajo diario de estas magníficas cantantes, sin las cuales la música no hubiera sido lo mismo. Realizando un repaso a la historia de la música, desde los años 50 hasta hoy en día, enfatizando en la importancia de estas voces, casi siempre anónimas para la mayoría.
Ya desde el principio, con los títulos de crédito, se nos resalta su importancia con fotografías de actuaciones en directo en las que se les ha borrado los rostros a los solistas famosos, obligándonos a centrarnos en las componentes del coro situadas al fondo, «a 20 pasos de la fama», mientras suena de fondo el tema de Lou Reed «Walk on the Wild Side», toda una declaración de intenciones de por dónde va a ir el documental, sobre todo el verso que dice «and the colored girls go doo do doo do doo …».
Se nos muestran las trayectorias profesionales de cinco mujeres: Darlene Love, quien cantó detrás de Sam Cooke y Frank Sinatra; Merry Clayton, que contribuyó a la ardiente «violación, asesinato, sólo un disparo de distancia «en el éxito de 1969 de los Rolling Stones «Gimme Shelter”; la actual vocalista de los mismos Stones Lisa Fischer (con ellos desde 1989); Tata Vega, redescubierta por Quincy Jones para «El color púrpura», y la ex Ikette (de Ike & Tina) Claudia Linnear, todo a través de entrevistas, imágenes de conciertos contemporáneos y mucho material de archivo.
Veremos cómo la música pop se revolucionó cuando los productores comenzaron a introducir artistas afroamericanos al estudio, que aportaban su energía y sus origen evangélico, dando a las melodías un tono mucho más soul. Por supuesto, estos productores no siempre tienen los mejores intereses para sus coristas, como lo demuestra la historia de Darlene Love.
Como miembro de las Blossoms, Love trabajó para Phil Spector que, mediante contratos de acorazados impidió que fuera una vocalista y grabara bajo su propio nombre, hasta que abandonó el negocio de la música totalmente frustada. Incluso escuchó su material bajo los nombres de otros artistas.
Ninguna de las protagonistas ha tenido mucho éxito como artista en solitario, pero seguramente no se pueda escuchar una emisora de radio durante media hora sin oír a alguna de ellas acompañando a Joe Cocker, David Bowie, Tina Turner o los Rolling Stones.
Entretenido e inspirador, este documental está lleno de anécdotas fascinantes y actuaciones del pasado y presente, mientras escuchamos a titanes como Bruce Springsteen, Sting, Bette Midler, Stevie Wonder y Mick Jagger cantar sus alabanzas..
En el último tercio de la película, el director, Morgan Neville, pasa demasiado tiempo intentando promover a Judith Hill, un miembro de la generación más joven de coristas. Después de haber trabajado con Michael Jackson y haber sido concursante en «The Voice», para Hill todavía resulta una dura batalla introducirse en la industria de la música de hoy. Es una cantante con talento, pero ni mucho menos es tan interesante como las historias de guerra traídas a la pantalla por las veteranas, como cuando Clayton habla de la sesión de grabación en 1969 de «Gimme Shelter», donde la memoria adquiere el resplandor del mito.
A 20 pasos de la fama hace lo que las películas más potentes y la música siempre han hecho: abrirnos los ojos, sacarnos de nuestro mundo contemplativo, a la vez que aviva la compasión y la empatía por unas vidas en principio totalmente alejadas de la nuestra.