Bienvenidos a Zombieland, humor, amor y zombies

Como a más de uno nos habrá sucedido en estos días, mi pretensión era ver en un principio el juguete que James Cameron a puesto en nuestras manos con Avatar, pero la afluencia de público me hizo pensar que tendré que verla pasadas unas semanas. Entonces me fije en la cartelera y baraje opciones. Había varios caminos: elegir entre la multitud de películas para niños que ocupan la cartelera en estas fechas, o entre dos films de acción, uno auspiciado por los Wachowski o la revelación este año en el Festival de Sitges. Así que ni me lo pensé. Quería un poco de sangre fresca y acción. Y la encontré, pero me tope con algo mucho mejor de lo que esperaba.
Hablar de Bienvenidos a Zombieland supone entrar en un mundo del que ya hemos disfrutado en contadas ocasiones. Las referencias al género son inevitables y su historia no se sale muy de lo normal: una población mundial convertida en zombie, cuatro personas que se van encontrando y que tienen algo en común, aparte de matar zombies para defenderse, buscar un lugar libre de esta plaga. Con esta premisa encontramos de trasfondo a un adolescente que no ha tenido mucha suerte con las chicas, que nos sirve como narrador de la historia. A dos hermanas que aparentan ser frágiles y dóciles, y a un increíble hombre sureño, especialista en matar a todos los zombies que se encuentre en el camino.
Desde los primeros compases, a ritmo de rock, Zombieland despierta el interés presentando a su personaje principal y como este consigue sobrevivir a los ataques caníbales siguiendo una exhaustiva lista de reglas que va configurando a lo largo de su viaje. Desde la secuencia inicial y la presentación a golpe del tema For Whom the Bells Tools de Metallica, sebes lo que Zombieland ofrece: mucha acción, risas, rock, un punto de amor y sangre. Aunque no se puede hablar de un planteamiento visual increíble del director debutante Ruben Fleischer, lo cierto es que ha logrado crear un mundo aparte dentro de un género reconocido y explotado, gracias en parte a la construcción de una narración distendida y coherente.
Los gags de acción van apareciendo de manera muy pensada, cada cierto tiempo un monstruo con hambre aparece durante el viaje que los personajes inician hacia la salvación, esa que saben que nunca llegará, pero que les mantiene unidos para proseguir y sobretodo para evolucionar dentro de la historia. Lo mejor es ver que estos escasos personajes están definidos brillantemente, lo que supone en muchos tramos del film la ausencia de muertos vivientes, como si de otra película se tratara.
La elección de las secuencias está cuidada, desde la inicial, que como ya digo sirve para meterse de lleno en la historia, pasando por el cameo de Bill Murray -esta secuencia se convierte en el empujón que le hacía falta a la trama en ese momento- y acabando en la paradoja de situar el apocalipsis final en un parque de atracciones, desarrollando entonces una idea siniestra de la diversión. Lo que diferencia a Fleischer de los nuevos directores de comedia americana es que consigue dotar de un gran dinamismo la narración y se acerca mucho a lo que ya ofreció Edgar Wright con Zombies Party en 2003.
Por otro lado andan los actores. De los cuatro, sin contar la pequeña aparición de Murray, son desconocidos salvo uno. Una de las claves de la película recae en tener un personaje como Tallahassee, interpretado por Woody Harrelson de manera increíble. Se nota que el actor está disfrutando y hace disfrutar al público. Un hombre duro que sólo flaquea en los momentos precisos, pero que sirve de desahogo para cada una de las secuencias que ofrece. Del resto del reparto hay que decir que cumplen con su personaje, hacen lo que se espera dentro del rol de cada uno.
Como conclusión decir que Zombieland está creada para ser lo que es: un éxito de taquilla, pero respetando un género muy conocido, y que a pesar de no ser tan ambiciosa como otras, bajo este aspecto hollywoodiense y de palomitas, guarda una idea del apocalipsis zombie muy poderosa. Quizás sea por eso por lo que gusta, y gustará en el futuro, porque se espera una secuela para 2011. Si esto es cierto, estaremos preparados y con las armas cargadas para ayudar a Columbus, Wichita, Little Rock y el gran Tallahassee.
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