Centurión, baño de sangre romano sin escusas

Centurión, baño de sangre romano sin escusas

Escrito por: Ricardo    22 agosto 2010     4 minutos

Pero llega a un punto en el que pienso que el problema no está tanto en el guión, sino en el edición. Se nota que han echo una sangría con el metraje aun mayor que las que se pueden ver durante la película. No digo que hubiera resultado más correcto una historia épica de tres horas de duración, pero lo resultante de la escabechina de los editores en la mayoría del metraje se ve falto de minutos por todas partes. Será cuestión de ver si un hipotético montaje del director me da la razón, o si en realidad, eso es lo mejor que tenían entre manos.

El reparto en general pasa, o mejor dicho, corre por delante de la cámara sin pena ni gloría, salvo excepciones. Aunque se ajusta a lo mínimo que se le pide a una película de este estilo. Quizás por la mencionada falta de metraje, sobre todo al principio, se hecha de menos una mayor definición de los personajes. Los protagonistas de parte de la trama son presentados en una especie de corrillo, describiéndose cada uno a si mismo de forma demasiado fría y sin transmitir ni un ápice de su personalidad. No pido la profundidad de los personajes de un drama, pero por lo menos sentir que existen.

Olga kurylenko centurion

En la parte inicial de la película si que podemos conectar mejor con alguno de los personajes, sobre todo del General Virilus. Interpretado por un Dominic West, que se sale en este papel, impregnando al general romano de mucha más carisma de la que tendrá cualquier otro personaje masculino. La joven actriz inglesa Imogen Poots también me sorprende positivamente, aunque con un papel más secundario, si logra llegar al público de forma más verosímil. Y es el apartado femenino del reparto, aunque escaso, el que más me ha llamado la atención. Sin duda la mejor interpretación es marca de Olga Kurylenko, que a pesar de no tener ni una palabra de dialogo (interpreta a una rastreadora picta muda), si que transmite el carácter de su personaje. Sus expresiones están llenas de ira y rabia a raudales, que ha sabido transmitir perfectamente solo con gestos faciales. Una grata sorpresa, donde solo esperaba una cara bonita.

Eso sí, aunque se note demasiado retoque digital en la fotografía, el resultado es impresionante. A pesar de que el realizador abuse de la vista de pájaro y del zoom vertiginoso, no deja de ser una delicia a los ojos del espectador. El apartado de efectos es sobresaliente, aunque un poco exagerado el caudal de sangre, siempre es un gusto que en el momento de destrozar una cabeza, se haga de verdad, toda una gozada para el espectador menos aprensivo. Digno de mención es el apartado de maquillaje, ya que en conjunción con un escenario perfecto y una iluminación de diez, nos encontramos tanto en las pinturas de guerra pictas como en la sangre de la cara de los romanos unas caracterizaciones mucho más reales que la última adaptación de El Rey Arturo (el ejemplo más cercano en el tiempo).

Así que resumiendo, nos encontramos con una película de acción y violencia con una técnica sobresaliente, pero con una de las tramas más estúpidas que he visto en mucho tiempo. Esperaba mucho más de Neil Marshall, o por lo menos que no se repitiera a si mismo. De todas formas es una película muy recomendable para pasar el rato, y porque no, también sirve para descargar un poco de adrenalina. Un baño de sangre romano sin escusas.


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