Eddie Murphy abandona los Oscars sin sorpresas, la Academia teje un nuevo plan

Eddie Murphy abandona los Oscars sin sorpresas, la Academia teje un nuevo plan

Escrito por: Eneko Ruiz    9 noviembre 2011     4 minutos

El actor de Un golpe de altura (Tower Heist) sigue los pasos de Brett Ratner. Ahora la academia contempla nuevas opciones. Con Brian Grazer como productor y Billy Crystal como presentador nos olvidaríamos rápidamente de todo este embrollo.

Actualización: Confirmado, la Academia ha conseguido que Brian Grazer, también productor de Un golpe de altura, acompañe a Don Mischer en la producción de la gala. Ahora toca buscar presentador. Hollywood le debe un gran favor a Gazer, al que le deben el honorífico Irving G. Thalberg, que ya se merecía desde hace tiempo.

Crónica de una muerte anunciada. Eso es lo que ha sido la labor de Eddie Murphy como maestro de ceremonias de los Oscars desde el momento en el que Brett Ratner, enterrado en la controversia promocional de Un golpe de altura (Tower Heist), resignara de su puesto de productor. El famoso cómico tomó esté sorprendente giro a su carrera simplemente por su relación con el director, y la misma amistad también es la que le lleva a su salida. Así, lo que parecía un regreso por todo lo alto del actor a sus raíces se queda en agua de borrajas, y su carrera interpretativa vuelve a rebobinar hasta el punto anterior. Su historia negra con los Oscars se alarga hoy un poco más, después de que en 2007 perdiera frente a Alan Arkin el premio a mejor actor secundario, lo que le llevó a abandonar el evento a la mitad de la noche echando pestes.

Perjudicado por su denostada imagen de estrella infantil, Tower Heist no ha sido además el éxito esperado. El añorado Murphy de los ochenta no volverá, por mucho que haya querido promocionar esa imagen subversiva e inmadura en las interminables entrevistas que ha dado durante estas últimas semanas. Murphy, convertido en un soso y viejo gruñón que ni siquiera hace chistes, nunca más tendrá el desparpajo, la mala-leche y la vitalidad de su juventud.

Esa es la apariencia que ha transmitido en una ronda promocional en la que se ha hartado de comentar lo contento que estaba con el prospecto de presentar los Oscars, incluso llegando a charlas sobre la posibilidad del volver al competitivo mundo del stand-up (donde una vez fue el rey) y a regresar a la casa que le vio nacer, un Saturday Night Live por el que no se ha paseado desde hace más de 20 años y con el que estuvo largo tiempo encizañado.

Tanto el actor como su productor habían fichado además a sus propios guionistas, que ahora tendrán que ser también sustituidos. La pareja Murphy/Ratner ya prepara nuevos proyectos cinematográficas juntos, aunque su futuro comercial es oscuro.

Tom Sherak, presidente de la Academia, y el director y productor Don Mischer (que tiene sobrada experiencia con la cobertura de la gala) parecían dispuestos a seguir con Murphy, pero ahora que éste ha abandonado su puesto, es hora de buscar sustitutos. A poco más de 3 meses del 26 de febrero, cuando se celebrará la ceremonia.

Por supuesto, un experto en la recamará era Gil Cates, productor siempre dispuesto a regresar después de 14 años al pie del cañón. Sin embargo, el veterano murió repentinamente la semana pasada, al igual que lo hizo Laura Ziskin a primeros de año, también muy habituada a tener que hacerse cargo de estos difíciles encargos. Mischer podría tomar las riendas de la gala por su cuenta (de hecho, ha conducido varias galas de los Emmy en solitarios), pero la Academia parece dispuesta a dar un golpe sobre la mesa y contratar un peso pesado. Su primera opción: Brian Gazer, uno de los magnates estrella de Hollywood, conocido por su trabajo con Ron Howard, sus incontables series y películas (entre las que se encuentra, precisamente, Tower Heist) y que ha llevado a buen puerto el J. Edgar de Clint Eastwood. Si los planes salieran bien, los Oscars lograrían uno de los nombres más reconocibles y queridos de los pasillos de Hollywood, uno mucho menos polémico que Ratner y mucho más activo.

Si quisieran dar otro golpe sobre la mesa, Harvey Weinstein recomendaba ayer a Lorne Michaels, creador de Saturday Night Live que, 37 años después, sigue al timón del directo, convertido en una de las figuras más prominentes del panorama cómico estadounidense. Si su nombre se envolviera además, siempre podría traer alguno de sus incontables alumnos para presentar y escribir el show: Tina Fey, Amy Poehler, Jimmy Fallon, Will Ferrell, Robert Downey Jr. o incluso Billy Crystal me vienen a la mente. Precisamente, el último es el que más papeletas de regresar a su puesto como conductor de la gala. El protagonista de Cuando Harry encontró a Sally lleva meses asegurando que regresaría encantado y, aunque Hugh Jackman (y si es con Neil Patrick Harris, mejor), Crystal tiene una agenda más asequible. Así que hagan las matemáticas. Billy Crystal tiene todas las papeletas para hacer su deseo realidad, aún y cuando nunca debería haber sido el segundo plato. Cates además le dio su primera oportunidad en los Oscars. Éste podría ser un esperado homenaje.

Seguiremos informando.

Vía | Deadline Hollywood


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