Escondidos en Brujas, de cervezas por el purgatorio terrenal

Escondidos en Brujas, de cervezas por el purgatorio terrenal

Escrito por: Cinetelia    9 diciembre 2008     3 minutos

Aprovechando su estreno en DVD voy a analizar uno de los filmes más interesantes de este año. Martin McDonagh se estrena en los largometrajes con esta tragicomedia que sitúa a la ciudad de Brujas (que está en Bélgica, como nos señalan hasta en el póster) como contexto de los acontecimientos que tendrán lugar. Me reafirmo en esto que he dicho: aunque durante los primeros 30 minutos pueda parecer que toda la historia es una simple excusa para que los personajes se paseen por esta ciudad medieval y nos muestren sus múltiples encantos turísticos, una llamada telefónica resuelve la duda de por qué están ahí.

Colin Farrell interpreta a Ray y Brendan Gleeson a Ken. Ambos son asesinos a sueldo que, tras un trabajo en Londres que dejó unas duras huellas emocionales en Ray, son enviados por su jefe, Harry (Ralph Fiennes), a la ciudad de Brujas para huir de la capital inglesa y esperar a nuevas órdenes. Este precioso enclave medieval se convertirá en un lugar paradisíaco para Ken, que decide pasar la espera haciendo turismo y, para Ray, en un infierno sacado de un tríptico de El Bosco (ojo a la secuencia final). En medio de todo, surge Chloë (Clémence Poésy), un bálsamo para el alma atormentada de Ray, quién comienza a plantearse el suicidio debido al remordimiento por lo que hizo. Una llamada de Harry a Ken cambiará las expectativas del viaje.

escondidos_en_brujas02.jpg

La interpretación de Farrell guarda semejanzas a la que pudimos ver en El sueño de Cassandra, el papel de un hombre que se reconcome por dentro tras un acto horrible. Aunque algo excéntrico, está muy divertido en los momentos cómicos y suficientemente convincente en los momentos trágicos. Gleeson cumple con su cometido sin problemas y cambia el registro al que nos tenía desafortunadamente acostumbrados (el de bárbaro de escasos escrúpulos, como en Braveheart, Troya o El Reino de los Cielos) demostrando que es un gran (en todos los sentidos) y polifacético actor.

No tan acertado se encuentra Fiennes: la historia se desarrolla de forma que no aparece en escena hasta pasada más de la mitad de la cinta y su aparición se presentía más demoledora de lo que resulta ser finalmente. Aunque vuelve a hacer de villano con soltura, no llega a parecer tan despiadado ni interesante como en actuaciones anteriores.

En el apartado técnico, nada que desdeñar. Aunque las escasas escenas “sangrientas” sean demasiado explícitas para el tono generalmente sobrio de la película, la magnífica puesta en escena de McDonagh y la buena dirección artística la hacen muy agradable a la vista.

escondidos_en_brujas03.jpg

Lo más logrado de esta película es el contrapunto de escenas verdaderamente divertidas con otras de gran impacto visual y emocional, como la escena del crimen en Londres, editada magistralmente. Los temas de la expiación divina, el perdón humano y el suicidio, son tocados elegantemente mientras contemplamos las postales de Brujas. Sin embargo, los paseos por sus calles, las conversaciones cerveza en mano, las risas y los llantos, dejan paso a una carrera y disparos por la ciudad con la llegada de Harry Waters. Es aquí cuando la película se desinfla un poco, en parte porque cambia el tono completamente y se suceden algunos acontecimientos más inexplicables que otros (como la conveniencia de la puntería de Harry dependiendo del momento) hasta llegar al clímax.

Escondidos en Brujas es una muy interesante y entretenida propuesta, inusual al menos. Si no sirve para reflexionar, al menos deja un fuerte deseo de visitar esta ciudad.

un comentario

  1. Daniela Campos dice:

    Quiero ver esta película, pero antes he estado buscando algunas opiniones y ésta me ha convencido para buscarla y verla en HBO GO Streaming el próximo fin de semana, espero quedar conforme con la historia, porque las locaciones son muy buenas.


Parece que tienes habilitado AdBlock.

La web podría no funcionar bien
si no lo deshabilitas.