‘La bruja’ – Suspense falto de embrujo

El mal se cierne sobre la piadosa familia cristiana instalada en el bosque. No logran arrancar frutos a la tierra, los hijos menores afirman escuchar susurros de pesadilla y de las ubres de los animales mana sangre. Cuando algo o alguien rapta al neonato de la familia crecen las sospechas. ¿Casualidades?¿O Dios les castiga por sus pecados?¿Acaso han caído víctimas de embrujo?
El primer largometraje de Robert Eggers –La bruja– bebe de las fuentes clásicas del terror cinematográfico. La hora y media de metraje queda vertebrada por una banda sonora ambiental; acompaña al corazón de la paz al desenfreno con la efectividad de los acordes diestros, ante un público ávido de sorpresas. Prescinda de la música y sufrirá agua de borrajas.
Admitamos que los primeros 40 minutos resultan algo inanes y faltos de pulsiones relevantes, una contextualización para el pretendido in crescendo de la película. Se nos presentan los personajes y las diferenciadas interacciones habituales entre ellos. Cogemos fuerza narrativa a mitad de cinta, con la desconfianza mutua intrafamiliar como hilo conductor.
Para una industria en horas bajas en que la saga Paranormal activity estrena su quinta entrega, La bruja mantiene potencial para gustar a una minoría. Sin embargo no resulta especialmente tensa, si bien cierta inquietud nos abraza. No saldremos temblando de la sala de cine. Muestra -en línea con el terror de la gran pantalla que se estila- una tendencia al disparo de fogueo, a jugar a Pedro y el lobo en una carencia de sustos patente.
Tampoco luce coqueta en términos imaginativos con su pastiche de ideas previas, si bien guarda escenas puntuales sobresalientes por encima del conjunto por lo genuino. La bruja toma prestados elementos de El bosque (2004). No aporta demasiado al género de terror, seamos sinceros.
La belleza de su fotografía, así como una ambientación cuidada al detalle se desvelan como aspectos a valorar de manera positiva por el espectador. En absoluto resulta pesada, y como conductora la joven Anya Taylor-Joy se descubre como un acierto de casting.
El actor -muy- secundario de Juego de Tronos o las películas de Harry Potter Ralph Ineson muestra su capacidad para crear personajes propios, mientras que su compañera en la serie de los Siete Reinos Kate Dickie -en ella interpreta a Lysa Arryn, hermana de Catelyn Stark y señora de Nido de Águilas- repite con soltura el papel de mujer abrumada por las circunstancias, perdida por el amor maternal.
Pese a sus evidentes carencias, La bruja será recordada por la maestría de Robert Eggers tras la cámara, así como por las ideas fijas y bien medidas que le han llevado al resultado obtenido. Lejos de situarse entre los «hitos del terror contemporáneo» como se afirma por esos mundos, da a conocer un nombre que podría dar la sorpresa futura, habida cuenta de que escribimos sobre una obra inicial.
La bruja llegará a nuestros cines el viernes de esta semana, 13 de mayo. Dentro de dos días pueden optar por ella entre otras como Espías desde el cielo o Angry Birds, la película (en este enlace tenéis todos los estrenos relevantes de mayo). ¿Mi recomendación? Depende. ¿Eres fácil de asustar?
Críticas Fantasía Terror #Anya Taylor-Joy #Kate Dickie #Ralph Ineson #Robert Eggers
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