Gracias a San Valentín la taquilla estadounidense se preparaba para un nuevo festivo con tres potentes y muy diferentes estrenos que lanzar, para ir dejando atrás a Avatar y marcar un nuevo récord. Con fechas tan propicias, y como ocurriera en el fin de semana anterior, el target femenino a vuelto a llevarse la partida, colocando a Historias de San Valentín en una magnífica posición casi estratosférica para una comedia romántica, género que habitualmente funciona sin grandes números. Esta ensalada de estrellas cierra los 4 días con 66 millones de dólares en la cartera, y un contrato firmado para la secuela lista para despegar. Las críticas, por su parte, han sido penosas (RT, 16%; MT, 34%), y es que emular a Love Actually también en calidad se veía difícil. El género estará quemado a más no poder, pero a la gente le sigue interesando, y se ve que juntar a los representantes de ayer y hoy ha funcionado. Las estrellas venden, aunque los últimos estrenos dijeran lo contrario.
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