
Poco a poco vamos conociendo más detalles sobre Doctor Extraño, la apuesta de la factoría Marvel para los últimos meses de 2016. La historia en esta ocasión no girará en torno a un superhéroe al uso como podrían ser Capitán América o Iron Man, sino que el protagonista de la película será un neurocirujano que logra sobrevivir a un terrible accidente de tráfico que le dejará unas increíbles secuelas: podrá ver otras dimensiones y utilizar poderes mágicos.
Ayer se celebró la edición número 67 de los premios Bafta de cine, y la gran triunfadora de la noche fue Gravity, del mexicano Alfonso Cuarón que se llevó seis de los 11 premios a los que estaba nominada. La maravillosa odisea espacial protagonizada por Sandra Bullock y George Clooney consiguió los premios a mejor cinta británica (consiguiendo así ser la primera película en 3D en conseguirlo), mejor sonido, mejor música original, mejor fotografia, mejor sonido, mejor efectos especiales y mejor director.
El director Steve Mcqueen ha conseguido convertirse con tan sólo dos películas, las fantásticas y sin concesiones Hunger y Shame, en uno de los realizadores más interesantes del actual panorama cinematográfico. Para su próximo proyecto titulado Twelve year a Slave ha sido capaz de reunir a un reparto de verdadera altura interpretativa.
Pese a que el alemán Michael Fassbender haya llegado a la fama gracias a su trabajo en 300, Malditos Bastardos de Quentin Tarantino y su transformación en el Magneto de X-men: Primera Generación, el director que realmente le ha dado oportunidades para demostrar todo su sobrado talento es su amigo Steve McQueen, con el que parece que mantendrá una larga relación profesional. El cineasta británico le confío en 2008 el convulso protagonista de la independiente Hunger, que le dio un laureado reconocimiento profesional, y en este mismo 2011 la pareja triunfa con Shame, que le concedió la Colpa Volpi en Venecia y recibe aplausos allá por donde viaja.
2012, la fecha señalada por la civilización maya para el fín del mundo. Esa es la premisa de la nueva película del irregular Roland Emmerich, el director de catástrofes por excelencia. Después de filmar entretenidos pasatiempos como Independence Day o El día del Mañana, y de infumables bodrios como Godzilla o 10.000 (esta última todavía sigue atormentándome), Emmerich se dispone a ir un paso más allá y ofrecernos su particular visión del apocalipsis.