
Un año más comienza el festival de cine de Cannes, el mejor festival del mundo para muchos, una excusa para hacer alarde del lujo y el glamour bastante censurable en los tiempos que corren para otros. Lo cierto es que lo que nos llega de este festival a los ciudadanos de a pie es bastante contradictorio o ambiguo. Por un lado es innegable que los focos de atención mediáticos suelen estar enfocados hacia las estrellas que acuden al festival, los vestidos de ellas o los yates y los cochazos de gente que muchas veces poco o nada tienen que ver con el cine y que simplemente acude para dejarse ver.
Los buenos resultados de muchas, no todas, recientes adaptaciones de cómics al cine y la crisis de ideas nuevas que arrastra Hollywood hacen que los estudios rastreen por las tiendas de cómics cual personajes de la genial serie The Big Bang Theory en busca de un nuevo filón que les reporte pingues beneficios en forma de franquicia taquillera. Generalmente lo que más abunda son historias de super-héroes ya que gracias a las cada vez más nuevas tecnologías el eterno sueño de llevar a la gran pantalla de forma decente a los personajes de los cómics se ha cumplido.
Aunque nunca sea merecidamente reconocido, David Cronenberg es uno de los directores más audaces e interesantes de la cinematografía de las últimas décadas. Uno de los pocos cuyas películas son siempre un evento para los cinéfilos. No obstante, desde 2007, cuando estreno Promesas del Este, no había lanzado ninguna novedad. Era hora de remediarlo. A Dangerous Method será un cambio de aire para su currículum, un drama de época con personajes históricos y, por lo que parece, bastantes dosis de sexo.
A Robert Pattinson no le llega con ser un ídolo de adolescentes, sino que quiere convertirse en un actor serio, y puede que, con su papel protagonista en el último filme del director David Cronenberg, logre conseguirlo. Al menos, habrá que darle una oportunidad.
Si hace aproximadamente tres meses podíamos ver las primeras fotos de Viggo Mortensen y Michael Fassbender en el set de rodaje de A Dangerous Method, hoy, a falta de un póster o tráiler más revelador, tenemos las primeras imágenes oficiales, en las que esta vez también podemos ver a Keira Knightley.
A Dangerous Method es la adaptación cinematográfica de la novela de Christopher Hampton, The Talking Cure, que cuenta la historia real de la relación existente entre el joven psiquiatra Carl Jung (Michael Fassbender), su mentor Sigmund Freud (Viggo Mortensen) y Sabina Spielrein (Keira Knightley). Spielrein y Jung mantienen durante su tratamiento en el Hospital Psiquiátrico Burghölzli, cerca de Zurich, una relación amorosa. Carl se valía durante este tratamiento de las técnicas de Sigmud Freud para tratar de superar el trauma de Spielrein que le hacía asociar el maltrato de su padre con el contacto físico.
David Cronenberg es uno de esos pocos cineastas que sabe perfectaente como emplear el gore. Sabe qué cantida utilizar y en qué momento, sin abusar y sin quedarse corto y aunque esto pueda parecer sencillo son muchos los directores que han demostrado que no lo es. Una de sus obras cumbre fue La Mosca, de 1986, un remake de una película de Kurt Neumann de 1958. Aquí Cronenberg demostró, ayudado sin duda por un inconmensurable Jeff Goldblum, todo de lo que es capaz y parece que se quedó con ganas de más.
David Cronenberg, un director de lo menos convencional, se encargo de dirigir esta “locura” protagonizada por James Woods. Este interpretaba a un operador de cámara de que un día descubre una televisión que puede controlar y alterar el comportamiento humano. Este argumento podría ser adaptado con la idea de la nano-tecnología, y como no, enfocarlo más hacia un thriller de ciencia-ficción.