
Como uno de los herederos directos -y gran fan- de Steven Spielberg, a Bryan Singer le ha gustado picotear en diversos géneros y campos, aunque siempre se ha sentido más gusto en el campo de la fantasía, donde ha construido algunas de sus mejores obras. Por esa razón, quizás Jack the Giant Killer sea el antídoto perfecto para recuperarse de un pequeño bache por el que le llevó Superman Returns y Valkiria.
Hace unos días os hablábamos de las tres nuevas versiones que el mundo del cine prepara sobre Blancanieves, y sobre como una de ellas, The Brothers Grimm: Snow-White de Tarsem Singh, había cubierto los importantes roles de los enanitos con siete actores de talla baja habituados a trabajar en películas fantásticas de Hollywood. Dado que en su guion también son presentados de forma distinta, Snow White and the Huntsman, en cambio, se ha decantado por otro estilo para elegir a su equipo. Su objetivo ha sido fichar a respetados secundarios británicos -no demasiado altos, todo hay que decirlo- que no hacen más que mejorar un reparto que va tomando un excelente calibre.
Steven Spielberg no tiene demasiada práctica adaptando obras teatrales, pero parece que haberse arriesgado a llevar al cine War Horse puede ser un gran acierto. Gracias a su ojo clínico para elegir material que puede funcionar en celuloide, ya sea literario o en esta ocasión teatral, su próximo gran drama histórico se levantó ayer con los cinco premios Tony a los que optaba. La adaptación de Broadway de esta obra nacida en el West-End londinense se fue a dormir con los galardones correspondientes a Mejor obra teatral, Mejor dirección, Mejor diseño escénico, Mejor iluminación y Mejor sonido. ¿Un anticipo de los Oscars del año que viene?