
El jueves fue el día alemán pero la poca lógica del protagonismo de las producciones andaluzas en el festival dio mayor papel a una productora sevillana. Fue la presentación del documental Ignacio Sánchez Mejías, más allá del toreo el que más glamour llevó a una proyección en el incomparable marco del Teatro Lope de Vega.
Comienza la jornada del miércoles con My father, my lord, la única representación por parte de Israel en la sección oficial de esta edición. Este país ya trajo grandes films en ediciones anteriores como Avanim u Or. Completan la jornada la francesa Espías en la Sombra y cerró la proyección de La máscara del demonio.
Hablando de la sección oficial se proyectó la holandesa Katia's Sister, de Mijke de Jong y basada en la novela La hermana de Katia del madrileño Andrés Barba. "Mi mejor amiga me la regaló; lo hizo porque en la portada aparecía un pie calzando un zapato de tacón que se parecía al mío. Esa noche mi marido la leyó de una sentada y me dijo: “Aquí tenemos nuestra próxima película”, explica De Jong. Un film que le busca la cruz a la moneda de la libertad sexual que desprende la ciudad de Ámsterdam.
Ya comentaré en la crónica del lunes más sobre esta película, ahora comienzo con una destacable rueda de prensa. La peculiar directora Sólveig Anspach se ve una persona muy creativa, a la que no le gustan las ataduras previas del guión. “Llevaba dos años trabajando en el guión de una comedia francesa, tenía en mente un reparto de actores famosos de Francia y en el último momento perdí toda la financiación” explicó con tono de alivio. “Como venganza hice una película para disfrutar, todo en Islandia y con menos de 1 millón de euros de presupuesto”.
Fue la más esperada de la jornada, la única que le puede hacer sobra a Gomorra en los premios europeos y que de estar en la sección oficial del festival de Sevilla le pondría las cosas muy complicadas al jurado. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto en un cine, una cinta que podía de calificarse hasta de comedia, con un fino sarcasmo que provocaba durante la proyección la risa de todos los presentes al pase de prensa. Ya con tiempo la comentaré en su correspondiente crítica.
En un marco incomparable como es la rivera del rio Guadalquivir y con un sol esplendido presentaron el sábado por la tarde las candidaturas a los Premios de la Academia Europea de Cine. Como viene siendo costumbre dichas nominaciones se presentan en el Festival de Cine Europeo de Sevilla, todo un honor para este festival.
El cineasta aragonés recibió anoche el Giraldillo de Honor por toda su trayectoria. Con casi ochenta años y muy lúcido contestaba al porque de su sequía artística desde el año 2000, Borau no quiere “líos con bancos, Televisión Española ni con subvenciones”. “No depende de mí. Lo que no quiero es la tarea de ser productor”, afirmó. Un grande del cine español que incluso hizo gala de su humildad indicando que el motivo de la entrega de este premio, no es más, que su amigo Javier Martín Domínguez el director del festival sevillano.