
Desde hace un tiempo, estamos escuchando hablar mucho sobre drones y tecnología aplicada a la guerra. Nos sorprenden muchas cosas y sabemos que lo de los conflictos hace tiempo que ha dejado de ser cosa de liarse a palos uno contra otro. En el siglo XXI, parece que todo tiene un tratamiento más frío y artificial, más impersonal. Así que era cuestión de tiempo que este tipo de cosas aparecieran en las películas.
Pese a que nuestra confianza en el director y guionista Gavin Hood siga siendo limitada (aún habiendo dirigido Tootsie, X-men Orígenes: Lobezno siempre estará en su currículum), El Juego de Ender está logrando reunir un reparto bastante destacado. Ya sabíamos que Asa Butterfield (La invención de Hugo) tomaría el centro del escenario como el personaje que da nombre a la cinta, y que Hailee Steinfeld (Valor de Ley) se uniría a él en sus guerras espaciales. Tres caras muy conocidas como las de Harrison Ford, Ben Kingsley y Abigail Breslin son ahora las que se unen a un elenco que además presentará mucho sabia nueva, con nombres como los de Aramis Knight, Moises Arias, Jimmy Pinchak, Suraj Parthasarathy, Brendan Meyer, Conor Carroll y Khylin Rhambo.
Tras una ardua competición, Hailee Steinfeld, que robó nuestros corazones en el Valor de Ley de los Coen, perdió el papel protagonista de Los juegos del hambre frente a la nada desdeñable Jennifer Lawrence (Winter's Bone). No obstante, teníamos claro que, antes o después, otra super-producción amplias magnitudes se cruzaría en su camino. Así que, como se suele decir, de juego en juego y tiro porque le toca. De este modo, la joven actriz de casi quince años se acaba de unir a Asa Butterfield (La invención de Hugo) en la adaptación del clásico de la ciencia-ficción El juego de Ender, dirigida por Gavin Hood.
Al decidir dirigir La invención de Hugo, Martin Scorsese se tiró a la piscina sin protección. Un filme de aventuras infantil en 3D era lo más alejado de su zona de comodidad que uno podía echarse a la cara y, todavía a unas semanas resultado final, podemos decir que uno de los pasos más valientes de su extensa carrera. Aún así, sea cómo sea el resultado final, si hay un ganador en la producción ese es Asa Butterfield, cuyo nombre brillará más que nunca tras trabajar con uno de los mejores con solo trece años.
Hay veces que un título tan florido como X-men Orígenes: Lobezno puede dejarnos claro algunas de las características claves de la película. Con él no sólo nos enteramos de que el filme es sobre orígenes de un personaje (por lo general la parte más aburrida de toda película de supes), por lo tanto anterior a la trilogía X-men, o que Lobezno será el máximo protagonista de la misma (¿no lo era ya en las anteriores?) sino que descubrimos que cuantas más palabras innecesarias se insertan menos brilla el conjunto, y eso mismo ocurre con todos los personajes y tramas que componen esta historia.