
Nine Lives, tráiler de la película con un gato llamado Kevin Spacey
Los papás ocupados suelen acabar mal en las películas de Hollywood. No se ocupan de sus hijos por culpa del trabajo y eso está mal. Por eso, acaban pagando y sufren las consecuencias, muchas veces a causa de un regalo comprado a destiempo y con consecuencias mágicas indeseadas. Es lo que le ocurre a Kevin Spacey, que por las malas artes de un temible Christopher Walken, acaba convertido en un lindo gatito.