Desde que saltaran a la luz las famosas cintas de Mel Gibson, toda su carrera cinematográfica ha estado tristemente en jaque, desde los proyectos para los que tenía un contrato hasta sus producciones ya rodadas, y es que, aunque muchas veces lo intente disimular, el mercado de Hollywood sigue siendo muy conservador. Desde aquella sarta de insultos, el estreno de The Beaver ha estado en jaque, con esta película dirigida Jodie Foster retrasada sine die, dando por perdida la campaña promocional centrada en el actor. Unos meses después las aguas parecen más calmadas, y con el cambio de productora y un estreno previsto para primavera, la esperada comedia casi se presenta como una vuelta a la forma y a la credibilidad del intérprete, que haga olvidarnos de toda la morralla detrás de su vida personal.
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