
En su trigésimo cumpleaños (¡que viejos somos algunos!), vuelven los quelonios más famosos de las pantallas (y de los cómics, también), y lo celebran por todo lo alto: con una mega producción al más puro estilo Hollywood y, por si no quedaba claro, producida por Michael Bay.
Pese al rico y complejo material que atesoran las leyendas alrededor de la mitología griega, Hollywood nunca ha sido capaz de darles el protagonismo que merecen. Casi perfectas para hacer una serie de televisión mezcla entre Roma y Juego de Tronos, Zeus y su célebre clan ha tenido que conformarse con el maniqueismo y la simpleza de algunas de las super-producciones menos memorables de la historia del cine. Después de dejar el listón muy bajo con el impersonal remake de Furia de Titanes -un corta y pega perdido entre monstruos poco creíbles, slow-motion y un argumento que cambió de planteamiento en pleno rodaje-, Ira de Titanes vuelve a demostrar que los ejecutivos y guionistas se esfuerzan de manera vacua en amoldar estos antiguos mitos llenos de crudeza, a los parámetros que ellos creen que definen los gustos del público moderno.
Furia de Titanes tiene el distintivo honor de ser una de las películas más abucheadas del 2010. Sin embargo, casi 500 millones de dólares en el acumulado mundial le han valido para lograr una secuela, titulada Wrath of the Titans. La primera era, por supuesto, el remake de la clásica Clash of the Titans, ésta, por el contrario, tiene un argumento que parece copiado directamente de la divertida versión Disney de Hércules.
Jonathan Liebesman es el director de esta película, y se prevé que se estrene en los cines estadounidenses el 3 de marzo de 2011. Parece que vuelven a estar de moda las películas ambientadas en invasiones alienígenas, ya que Skyline ha llegado este mes a los cines norteamericanos haciendo bastante ruido. En el tráiler podemos ver una especie de Independence Day, aunque parece que el planteamiento es más serio en esta ocasión.