
Gibson y un títere dirigidos por Foster
Tristemente, Jodie Foster está en una edad en la que si no se guisa sus propios proyectos, los adinerados de Hollywood no le ofrecen demasiados guiones aprovechables. Posiblemente por ello, durante los últimos años la actriz no se ha prodigado demasiado por el cine, y cuando lo ha hecho ha sido con películas hechas a la medida para engordar su cartera y poder seguir viviendo. Quizás por ello, ésta sea una fantástica ocasión para volver tras 14 años a la silla de dirección que ya ha ocupado dos veces; y su opción no es otra que el nada desdeñable escrito que el pasado año presidió la Blacklist (lista especializada que enumera los mejores guiones no filmados de la meca del cine).