
Mi nombre es Harvey Milk, en busca de la libertad
El director norteamericano Gus Van Sant nos tiene acostumbrados a crear obras dispares e irregulares. Mi opinión sobre este es un poco escéptica ya que es capaz de hacer películas medianamente buenas, el caso de Elephant o Mi Idaho privado, o crear solemnes decepciones como Todo por un sueño o Psicosis. Así que me embarque en la aventura de ver un nuevo título del director a pesar de mis reticencias iniciales a su cine. Si que es cierto que Gus Van Sant tiene algo que no tienen muchos directores actuales, su rebuscada afición por las historias crudas y mezclarlas con un estilo propio muy identificativo, creando propuestas, cuanto menos alguna de ellas, interesantes.