
No es una secuela. No tendrá muchas dósis de acción. Ni siquiera será un pretigioso biopic. Sin embargo, The Master es de las películas más esperadas del año. Rodeada por completo secretismo, la nueva obra de Paul Thomas Anderson enseña la patita sin destapar absolutamente nada, pero dejándonos todavía con más ganas. Situada en los 50, lo único que muestra este primer avance es al Freddie de Joaquin Phoenix, antiguo marine alcohólico interrogado por un superior tras algún tipo de suceso ocurrido en su regresa a casa. Entre tanto, se nos muestra a Phoenix en una playa y, aparentemente, dentro de un submarino. Solo viendo eso, nos aventuramos a afirmar que el actor podría tener en frente un rol tan complicado e interesante como el del magistral Daniel Day-Lewis en There Will Be Blood (Pozos de Ambición).
Pocas cosas hay más trepidantes que el drama entre los pasillos de una campaña presidencial estadounidense. Aaron Sorkin lo dibujó de manera insuperable en su idealista y brillante El ala oeste de la Casa Blanca, mientras que en el cine lo han intentado capturar, con resultados más irregulares, películas como Primary Colors o La cortina de humo (aunque la mejor del género sigue siendo, paradójicamente, la comedia de instituto Election de Alexander Payne).
Cuando uno termina el visionado de Moneyball se queda con un sabor agridulce. Por un lado sabes que acabas de ver una buena película, pero por otro te quedas frío, indiferente ante lo que acaba de suceder en la pantalla. Y es que la cinta dirigida por Bennet Miller contiene grandes aciertos y algún que otro fallo, que aunque menor, lastra el contenido final situándose en una templada tierra de nadie.
Antes de llegar a las salas, Moneyball ha pasado por muchas calamidades. En un primer momento, Steven Soderbergh vislumbró la adaptación del Best-seller de Michael Lewis como uno de sus proyectos soñados, antes de su anunciada jubilación anticipada (que se retrasa año tras año). El director tenía una visión muy particular del film, donde mezclaría documental con ficción y colocaría a los protagonistas del suceso real en su primer trabajo como actores. Su versión era tan especial que, al final, Sony lo dejó pasar y deicidió contratar hasta cinco guionistas para que pulieran el primer libreto de Steve Zaillian (La Lista de Schindler, Los Hombres que no Amaba a las Mujeres).
Un reparto encabezado por Philip Seymour Hoffman, Catherine Keener, Jeremy Northam y Christopher Walken solo puede dar alegrías, y hace sumar puntos a la producción indie A Late Quartet, que cuenta también con un curioso argumento. Los cuatro veteranos intérpretes unen sus fuerzas para formar un perecedero cuarteto de cuerda en su vigésimo-quinto aniversario, enfrentándose a sus últimos días en el negocio. El agudo caso de Parkinson de su miembro más mayor (suponemos que Walken), el ego y la lujuria son algunos de los factores que amenazan gravemente su larga relación profesional y personal.
Marc Webb tiene un gran reto con el reboot de Spider-Man, puesto que en su mano está el intentar alcanzar de nuevo el éxito de las anteriores super-producciones de Sony, Marvel y Sam Raimi. No tenemos ningún atisbo de duda de que amasará dinero, pero más difícil será volver a conquistar a los fans, aunque está haciendo todo lo posible para lograrlo. Primero conquistó al semi-desconocido Andrew Garfield para el papel de Peter Parker, antes de que este actor aparentemente perfecto para la labor subiera algún escalón de la fama gracias a La Red Social, y ahora es el turno de las novias y villanos que dibujen el rico universo del trepamuros.
Encumbrado como director gracias a la exitosa Buenas Noche y Buena Suerte, y tras el traspiés de Ella es el Partido (Leatherheads) en 2008, George Clooney por fin llevará a la gran pantalla un proyecto que ha estado rondando durante tres años, la adaptación de la obra de off-Broadway Farragut North. Si los planes van bien, este drama sobre los tejemanejes de las campañas políticas escrito por el operativo demócrata Beau Willimon comenzaría a rodar el próximo febrero, con un trío de actores de lo más jugoso: Philip Seymour Hoffman, Paul Giamatti y posiblemente Chris Pine (Star Trek), entre otros.