
Pese al rico y complejo material que atesoran las leyendas alrededor de la mitología griega, Hollywood nunca ha sido capaz de darles el protagonismo que merecen. Casi perfectas para hacer una serie de televisión mezcla entre Roma y Juego de Tronos, Zeus y su célebre clan ha tenido que conformarse con el maniqueismo y la simpleza de algunas de las super-producciones menos memorables de la historia del cine. Después de dejar el listón muy bajo con el impersonal remake de Furia de Titanes -un corta y pega perdido entre monstruos poco creíbles, slow-motion y un argumento que cambió de planteamiento en pleno rodaje-, Ira de Titanes vuelve a demostrar que los ejecutivos y guionistas se esfuerzan de manera vacua en amoldar estos antiguos mitos llenos de crudeza, a los parámetros que ellos creen que definen los gustos del público moderno.
Ya hemos hablado en múltiples ocasiones de que a las productoras no les tiembla el pulso a la hora de iniciar proyectos de la misma índole y al mismo tiempo que a sus competidoras. Parece ser que ahora se ha despertado una renovada fiebre por el famoso conde de colmillos afilados, con varias compañías preparando películas sobre el tema. A las ya conocidas Drácula Year zero de Gary Shore y Harker de nuestro Jaume Collet-Serra, hay que sumarle ahora una producción de Sony con guión de Jason Keller, quien firmaba Blancanieves (Mirror, mirror). La cinta contará los orígenes del vampiro y nace con pretensiones de franquicia.
Furia de Titanes tiene el distintivo honor de ser una de las películas más abucheadas del 2010. Sin embargo, casi 500 millones de dólares en el acumulado mundial le han valido para lograr una secuela, titulada Wrath of the Titans. La primera era, por supuesto, el remake de la clásica Clash of the Titans, ésta, por el contrario, tiene un argumento que parece copiado directamente de la divertida versión Disney de Hércules.
A través de Avatar y Furia de Titanes, Sam Worthington ha demostrado ser un buen reclamo para el público, pero ninguna otra película le ha dado espacio para enseñar que, además de una estrella, es un buen actor. Man on a Ledge puede concederle, por fin, su momento de gloria ante la pantalla, aunque sea de nuevo en un film palomitero. Con una puesta en escena que recuerda a la de Última Llamada, el primer tráiler coloca al actor al borde de una cornisa y amenazando con saltar. Una estrategia que sigue el protagonista para distraer la atención de de un gran robo de diamantes que ha planeado junto a su hermano.
En un momento estás diciendo a tu familia que estás trabajando con Al Pacino en una pequeña obra de teatro off-Broadway, y, de repente, tienes siete grandes estrenos en un solo año. Así son las sorpresas en Hollywood, o, al menos, así es la vida de la californiana Jessica Chastain, que ha pasado, de un día para otro, de tener papeles de relleno en series de televisión a ser la más cotizada de la meca del cine, paseando por los festivales más glamurosos del globo.
Sam Worthington lleva una semana como veis en la foto, de pie en un alféizar de un edificio neoyorquino, a punto de caer, y rodando su última incursión en el drama, Man on a Ledge. La historia de este thriller, todo un tour de force que sea capaz de demostrar por fin su capacidad como actor, le lleva a interpretar a un ex-policía convertido en convicto que amenaza con saltar desde un hotel de Manhattan. Un intento de suicidio que en realidad es una tapadera para llevar a cabo el mayor robo de diamantes jamás perpetrado.
En una reciente entrevista con el director James Cameron ( Avatar, Titanic), en la que habló de sus próximos proyectos, éste dijo estar trabajando en una novela basada en Avatar, que sería la encargada de expandir el universo creado en la película. Acerca de la trilogía iniciada con este filme, dijo que aunque todavía no han tomado una decisión, dado la naturaleza de estas producciones lo más lógico sería que ambas secuelas fuesen filmadas de forma continuada, sin dejar ningún espacio temporal entre ellas.
Louis Leterrier ha tirado la casa por la ventana en lo que concierne a efectos especiales y CGI, además de contratar al actor de películas de acción de moda en los dos últimos años, Sam Worthington. Aunque este último siga sin convencerme, si que viene respaldado por dos buenos compañeros de viaje, Liam Neeson que interpretará el papel de Zeus y Ralph Fiennes que encarnará al antagonista Hades.