
Los juegos del hambre devoran la taquilla estadounidense
Nadie tenía ninguna duda. Los juegos del hambre estaba llamada a ser una de las sensaciones del año, pero ni siquiera los mejores augurios predecían un récord tal. 155 millones de dólares recaudados en su primer fin de semana coronan al estreno de la pequeña Lionsgate como el tercer mejor lanzamiento de la historia, solo por detrás de los 169 millones de la última de Harry Potter y los 159 de El Caballero Oscuro. Se convierte, por lo tanto, en la primera no-secuela en competir a este nivel. Es, además, la primera en no estrenarse en verano, donde la gente habitúa a gastarse sus cuartos con más regularidad. Por ejemplo, la película original de Crepúsculo, franquicia con la que mucha gente la ha comparado, solo acumuló 69 millones en sus primeros tres días, mientras que la última entrega se ha conformado con unos nada desdeñables 138. Los cuatrocientos millones se tornan ahora en el objetivo de la taquilla doméstica.